jueves, 16 de septiembre de 2010

Ecologismo ¿ideología o religión?

BANDO

Se informa a todos los/as vecinos/as que según la normativa vigente no se pueden caer nidos de las golondrinas (...) ya que de no tenerlo nos arriesgamos a sufrir la correspondiente sanción establecida por estos hechos.

Pido a todos que extreméis el cuidado, y se pidan los permisos correspondientes, y más todavía debido a la presencia en el pueblo de algún talibán impresentable del ecologismo que se dedica a denunciar estos hechos bajo el paraguas de asociaciones ecologistas de localidades muy lejanas, y cuyo objetivo es fastidiar a las personas del pueblo, basándose en una interpretación rigurosa de las leyes existentes, que hace perder el tiempo a la Guardia Civil y a otros funcionarios, tratándonos casi de terroristas.

Os pido a todos colaboración y unión para luchar cívicamente contra estas personas que se dedican a denunciar estos hechos, son radicales, amparadas en un ecologismo impresentable, fanático y enemigo del desarrollo de las zonas rurales, ajenas al pueblo, cuyo objetivo no es defender a los animales sino fastidiar a las personas de este pueblo.



El texto anterior es un fragmento de un bando municipal publicado este verano por el alcalde de Guadalperas que generó gran polémica en los medios de comunicación.
Lo primero que pensé al plantearme escribir sobre esto fue ¿a ver como hago para dar mi opinión sin que me caigan palos por todos lados? Pues bien, vamos a intentarlo. Lo primero, decir que a mi el bando me encanta (mal vamos, van a empezar a lloverme palos) porque no me lleno la boca con la puñetera libertad de expresión y luego amenazo, insulto y agredo a los que no dicen lo que quiero oír. Creo firmemente en ella por hiriente que pueda resultar y si es muestra de honestidad y de paso irreverencia ante lo políticamente correcto mejor que mejor.
Por otro lado no voy a decir que estoy de acuerdo pero entiendo perfectamente al ilustrísimo alcalde de Guadalperas y esto sí que va a requerir explicación.
Nunca me consideré ecologista, ni mucho menos, pero durante muchos años este tipo de movimientos despertaron en mi cierta simpatía e incluso admiración, me gustaba que hubiera gente que se preocupara por el deterioro del medio ambiente y la preservación de nuestros paisajes y ecosistemas, pero claro, dale a un mudo el poder y con el tiempo querrá que nadie hable.
Puedo decir sin orgullo, ya que me parece lo lógico y normal, que reciclo mi basura y creo que me preocupa el medio ambiente, al menos de forma relativa teniendo en cuenta mi postura con respecto al ecologismo actual. Me encantaría creer en el desarrollo sostenible si bien lo veo complicado mientras siga aumentando la población mundial al ritmo que lo hace. Intento inculcar el respeto a la naturaleza a los niños y niñas a los que procuro dar eso que llaman educación. Creo en el uso de energías renovables aunque me parece poco probable que consigamos abastecer a los países "desarrollados" solo con energías renovables. Creo que es posible mejorar la calidad de nuestro aire y aplicaría sanciones mucho más duras a aquellos que ocasionan, de forma intencionada, incendios forestales.
Así todo con respecto a las corrientes y grupos ecologistas actuales algunas veces me pregunto si soy yo solo el que tiene la sensación de que en los últimos años han radicalizado excesivamente su postura amparados en legislaciones que parecen proteger más al animal irracional (podemos incluir a muchos de esos que llaman humanos en este grupo) que a las personas.
A veces me pregunto si no será una cuestión de modas. Hoy en día la ecología mola, esta de moda, mola ser vegetariano y amar a los animales sobre todas las cosas y cuando algo mola suele suceder que se impone, y lo que es peor, suele suceder que las teorías se transforman en verdades irrefutables y los ideales en religión y por tanto si navegas contracorriente o pones en duda a la "nueva religión" no estas a la moda y te conviertes de forma automática en un retrógrado, anticuado, desfasado, carcamal y por extensión de los términos, "facha".
A lo mejor con esto último me voy un poco por las ramas, a lo peor se me ha ido la pinza pero al final siempre me queda la sensación de que en este país cuando no te subes al carro de lo que mola se apela inmediatamente y de forma recurrente a los fantasmas del pasado, el oscurantismo de los años que van del 39 al 75 del ya pasado siglo XX, volvemos al si no estás conmigo estas contra mi, si no te posicionas claramente a favor de mi pensamiento lo más probable es que seas un "FACHA"... y, al final todo acaba en esa maravillosa palabra mágica. Curioso, la misma vergüenza que la historia nos dejo del 39 al 75 pero al revés. No puede haber pensamiento que no sea "rojo" o "facha". Malditos términos nos dejo la puta historia cada vez menos reciente pero siempre candente. Y esto pasa no solo con los movimientos ecologistas radicales sino con muchísimos otros aspectos de la vida cotidiana.
Pues miren señoras y señores a mi me la trae muy, pero que muy floja el PP, el PSOE y la madre que parió a toda la mierda de clase política, que paradoja mezclar clase con política, que tenemos en este país, hace mucho que ni voto a unos ni a otros ni a los de más allá, me parecen la misma mierda con diferentes siglas. Me considero conservador en muchos casos, cierto es, pero resulta que no creo en dios, estoy a favor del aborto, me importa una mierda que los gays se casen, se divorcien o hagan de su capa un sayo, me toca los cojones que prohíban los toros, aunque me repugnen, porque mientras las plazas estén llenas y haya gente que de de comer a sus hijos con ello respetaré el gusto de un porcentaje mayor o menor de la población, por borregos que me puedan parecer, pero claro en este país para cada problema existe su correspondiente prohibición. No merece la pena buscar soluciones que puedan estar en un termino medio, que respeten el gusto de los unos y de los otros, que puedan satisfacer o disgustar mínimamente a todos por igual. Lo más fácil siempre es tirar por el camino recto, en definitiva, prohibir.
El que para algunos será mi problema, resulta ser para mi casi hasta virtud porque me importa bastante más que haya tantos miles de hijos de puta que matan con saña y apenas pasan 10 años en prisión riéndose de la puta mierda de sistema judicial del que "gozamos" que los mismos miles de toros que caen en las plazas. Me importa bastante más que haya decenas de miles de delincuentes de todo tipo que no hacen otra cosa que descojonarse de los pobres gilipollas que todavía creemos en las leyes que les protegen más ellos que a nosotros que las golondrinas avión.
Lo siento, que le vamos a hacer si no molo. Me gustan las morcillas, el chuletón de "vaca vieya", el jabalí, el corzo y el venado. Prefiero seguir creyendo que es más importante el ser humano que el grillo leonado de Bollullos de Lamitación. En definitiva, me preocupan mil millones de cosas antes que los putos toros y los putos grillos leonados. Así que agradecería que no me metan en ningún saco y me dejen vivir en paz. Díganme que no están de acuerdo conmigo, díganme que no tengo razón, arguméntenmelo con axiomas y no con teorías vagas y hasta es más que probable que cambie de opinión pero, ante todo y sobre todo, mantengamos la compostura, que ya somos mayorcitos.
La cuestión final no es sino de respeto, ese que es fácil perder cuando pasamos de las teorías a las verdades absolutas, de la ideología a la religión y de ella al integrismo, en definitiva, de la razón a la sinrazón. Así que lo único que pido es que por dar mi opinión no me cataloguen dentro de unas siglas que no me dicen nada y mucho menos me insulten con términos que para mi son obsoletos, caducos, casposos y ante todo y sobre todo, historia.
Ahora si me preguntan qué me parece que prohíban los toros les diré que no me parece bien porque creo que, prácticamente siempre, hay soluciones alternativas a la prohibición, lo que no quiere decir que me gusten los toros, insistiré en que me parece un espectáculo que no va conmigo. Si me preguntan qué me parecen el ecologismo de nuevo cuño les diré que me empieza a parecer más religión que otra cosa... y que le voy a hacer yo si no me gusta la religión.