martes, 23 de agosto de 2011

Asturias, lo dice todo el mundo

Parte 1 – De lo que ve uno por ahí

El siempre acérrimo defensor del planeta Axturias, de su Gijón del alma y de lo bien y barato que se vive, se come y se bebe por estas latitudes se empieza a caer con todo el equipo. En este punto hay que dar la razón a aquellos que dicen que viajando se aprende mucho. No solo se aprende mucho, sino que se amplían miras, se adquiere perspectiva y es cierto que, en ocasiones, con distancia se ve mucho mejor. No es que esté yo muy "viajao", ojalá, que cuando no falta tiempo, falta pasta; y cuando hay de las dos me da pereza, lo reconozco. Así todo, algún paseo me doy de vez en cuando.
Volviendo al asunto principal, como buen asturiano sigo siendo acérrimo defensor de mi tierra - que ye la más guapa, la más verde, la de mejor gente y la más de lo más, cagonrrós - y sea yo el "foriatu" o venga uno a mi casa, no perderé oportunidad de vender las lindezas del muro San Lorenzo, la Laboral, el Niemeyer, los picos de Europa, el prerrománico y hasta el Woody Allen de Oviedo. El caso es que la última parte de la frase que encabeza esta entrada, la de lo bien y barato que se vive, se come y se bebe, cada vez la tengo menos clara.
Leía anteayer en lne.es que Asturias ha perdido 500 negocios en un año- dejo el enlace por si interesa: http://www.lne.es/economia/2011/08/23/comercios-bares-pagan-crisis-asturias/1119498.html - . Hasta aquí, como podéis ver, una noticia más en tiempos de crisis. Así todo, me llamó especialmente la atención un dato: EN ASTURIAS HAY 5.843 BARES Y 10.531 EMPRESAS DEDICADAS AL COMERCIO MINORISTA. Esto quiere decir que por cada dos tiendas en las que compramos todas esas cosas que no necesitamos para vivir en una sociedad de consumo, hay un bar. Joder, algo más de un bar por cada dos tiendas. Curioso cuando menos.
Este verano estuve pasando unos días por el sur y comprobé que, en términos generales, por los lugares por los que me moví se come y se bebe bastante barato, pero es que además, se come y se bebe bien, que por aquí por el norte somos muy “grandones” y “parez” que no se come bien más que en Asturias, Galicia y el País Vasco- que digo yo, ¿qué será que en Cantabria no comen?- A lo que voy, que en abril estuve en el País Vasco y también comprobé que aquello que se decía de que no se puede ir de vacaciones a San Sebastián o a Bilbao porque es carísimo es cosa de otro tiempo porque hoy en día es un poquito más caro que Asturias, eso es innegable, pero poquito. Así todo... ¿y la calidad? Cuando te pones a analizar la calidad de la hostelería fuera de Asturias te das cuenta, como diría Vincent Vega, de "las pequeñas diferencias", por ejemplo: en muchos sitios del centro de Granada – y esto es extensible a Salamanca, León y hasta Madrid si forzamos un poco - te puedes tomar una caña bien tirada y en su punto de temperatura con una tapa en condiciones por 2,50 €;en muchos sitios del centro de Gijón te puedes tomar una caña en vaso caliente con una rodaja de chorizo transparente sobre pan por el mismo precio. En muchas sidrerías del centro de Gijón te puedes tomar una ración de 12 bocartes "escrupulosamente contados" por 9 €; en Benalmadena te puedes tomar, a pie de playa, una ración de 20 o 30 boquerones "sin contar" por 6 €. En muchas vinaterías de Gijón te puedes beber un vino de Rueda de "a 3” euros la botella con minipincho por 2,20 €; en el casco antiguo de San Sebastian te tomas un txakolí y un pincho "de verdad" por 2,50 €.
En este punto quiero insistir en que no se puede generalizar y hablar de TODA LA HOSTELERÍA por igual. En Asturias hay más de 5000 "chigres" y solo una minoría son caros y malos.

Parte 2 - De como el euro lo subió todo.

Compré mi primer y hasta ahora único coche poco después de la entrada del euro. Por entonces llenaba mi depósito con 30 €, hoy me cuesta 60. Una subida del 100 % en menos de 10 años, un escandalo lo del barril de Brent que hace que nos llevemos las manos a la cabeza.
Unos días antes de la entrada del Euro, en el centro de Gijón, salir a cenar unas raciones costaba aproximadamente 1200 pesetas, que con la entrada del Euro se redondearon a 10 €; hoy en día, es prácticamente misión imposible hacer lo mismo sin pagar menos de 20 €. Una subida del 100% en menos de 10 años, pero parece que nadie se echa las manos a la cabeza por esto. El café que costaba en diciembre de 2001 ochenta pesetas, hoy cuesta un euro con diez; subió más el café que la gasolina, pero nada. A esas subidas considerables en el precio hemos de añadir que en muchos establecimientos el tamaño de las raciones, lejos de aumentar proporcionalmente con el precio, ha disminuido, al igual que la calidad del producto, significativamente
Hablemos de la sidra que prácticamente no ha variado su precio en los últimos 10 años. Quiero dejar claro de antemano que me parece un producto baratísimo, que me sorprende lo poco que especulan los “llagareros" con ella y que no me parecería ni mucho menos mal que aquellos establecimientos que dan buen tratamiento al producto la vendan más cara que los que se han convertido en vulgares abusadores de “pitorrín” e “Isidrín”. Los llagareros venden, se podría decir, al mismo precio hoy que en 2005. Es cierto que en las sidrerías tampoco han subido considerablemente el precio pero... ¿dónde están los escanciadores? En la última subida "gorda" de la sidra, en 2000 o 2001 si no recuerdo mal, promovida principalmente por algunas sidrerías del centro y en particular por una o dos que desde entonces no me han vuelto a ver como cliente, se alegaba para dicha subida el trabajo de más que da la sidra y la necesidad de contratar personal para su correcto tratamiento. Hoy muchos de esos establecimientos tienen uno o dos empleados menos sustituidos por "Isidrines". Una vez más aumentamos beneficios y disminuimos calidad.
En este punto quiero insistir en que no se puede generalizar y hablar de TODA LA HOSTELERÍA por igual. En Asturias hay más de 5000 "chigres" y solo una minoría son caros y malos.

Parte 3 – De lo pupas que somos y lo poco que nos quejamos

Una parte de la hostelería, por último, parece estar opositando al puesto - dudoso honor - de gremio "pupas" por excelencia. Todo el mundo sabe que los pobres se ven afectados por todo: impuestos, subida de alquileres, normativas varias, leyes antitabaco, horarios de apertura y cierre, acondicionamientos de locales y un largo etcétera.
En este punto quiero insistir en que no se puede generalizar y hablar de TODA LA HOSTELERÍA por igual. En Asturias hay más de 5000 "chigres" y solo una minoría son caros y malos.
Lo que sucede es que, por desgracia, esos caros y malos suelen ser los que salen en medios hablando por la mayoría. Suele suceder que esos caros y malos hosteleros son los que se quejan de que con la crisis todo son perdidas e inmediátamente después se suben en su Q7 para ir desde el "chigre" hasta su ático de 150 metros en el centro o chalé en las afueras. Esos son los que en 2006 ingresaban 40.000 € en A y otros 30.000 en B; y hoy, como solo se embolsan 30.000 en total, lloran desconsolados o lo que es peor, algunos hijos de la grandísima puta cierran sus negocios porque ya no "dan dinero", dejando a gente en paro sin motivo alguno pero amparándose, como no, en la puta crisis.

Parte 4 – Conclusión

En definitiva, que casos particulares a parte, tengo la sensación de que Gijón se parece a San Sebastián cada vez más en cuanto a precio y menos en cuanto a calidad turística. Y que crece en mi la idea de que el "lo que dice todo el mundo" del anuncio de Woody Allen poco tiene que ver con lo que pueden decir los que que lleven años viniendo en época estival a Gijón.
Lo que te dirán los segundos es que sí, que muy guapo todo, que se vive muy bien, pero que cada vez es más y más caro. Y para ser más y más caro lo mínimo que hay que hacer es aumentar la calidad, nunca disminuirla.
Como viejo que me voy haciendo, en ciertos momentos añoro los viejos tiempos cuando nos parecíamos más a Galicia y menos al País Vasco. Cuando en Asturias se comía y se bebía bien y barato y los hosteleros parecían hosteleros, de esos que se preocupan porque su bar sea conocido, querido y reconocido, y no vulgares especuladores del mejillón y la parrocha.
Ahora, si todavía te queda tiempo puedes entrar en cualquier agencia de viajes online y buscarte una habitación de hotel en Vigo, Coruña, Gijón, Santander y San Sebastián, verás de que hablo.

Nota: ¿Se dan cuenta de que en la hostelería gijonesa se han suprimido por completo, y hasta ofenden, las monedas de 1, 2 y 5 céntimos? Si ye que somos grandones...

lunes, 8 de agosto de 2011

Jet, negocios, turista, bajo coste y ALSA

En la universidad estudié algo de sociología. Me gustaban de aquella especialmente las diversas visiones sobre la estratificación social en nuestra "desarrollada" sociedad occidental. Recuerdo poco, la verdad, apenas algo sobre las múltiples definiciones de clase, las teorías de Marx, Engels, Webber, Thomas Marshall... Todo, todo venía en “el Guy Rocher”, un libro que de aquella resultaba igual de gordo que de pesado.
No quiero, dios me libre, menospreciar la sociología ya que me parece imprescindible dentro de las ciencias sociales. Aunque algunas teorías con el paso de los años pueden resultar rocambolescas, lo mismo sucede con la filosofía ¿no?, hoy en día algunas de las ideas sobre la naturaleza de Tales de Mileto pueden parecer incluso infantiles y no por ello las menospreciamos, al contrario, nos resultan imprescindibles para entender las diferentes sociedades en un momento histórico concreto.
Navegando por internet intentando refrescar mis recuerdos sociológicos con respecto a este tema me han llamado la atención varias cosas. La primera, que al buscar en google expresiones tales como “clase social”, “clases sociales” o “clase media”, la mayoría de enlaces son a páginas sudamericanas y estudios realizados en países como Chile, Venezuela, Colombia o República Dominicana ¿a qué puede ser debido esto? Lo segundo , que las teorías de estratificación social se van haciendo cada vez más complejas o al menos cuentan con más escalones.
Si no recuerdo mal, “el Guy Rocher” nos hablaba de una estructura tipo, con matices, que dividía las clases en alta, media, media-baja - en esta, nos decía, estábamos la mayoría de los mortales, no llegábamos a media pero quedaba feo autodenominarnos baja - baja y pobre.
Navegando por internet encontré textos actuales que nos hablan de divisiones alta-alta, alta, media-alta, media, media-baja, trabajadora y subclase. Incluso hay teorías como la ABC1 - esta me gustó especialmente- con ocho escalones, aunque los cuatro primeros se puedan englobar en uno solo.
A lo que vamos, que esto se está poniendo demasiado espeso y este espacio no ha de ser sino un lugar de esparcimiento y lectura ligera, de discurso chigreru y de andar por casa, vamos. Todo esto lo empecé a rumiar cuando el otro día leí que la cadena hotelera Tune ofrecerá habitaciones low-cost, que no debe ser lo mismo que bajo coste, en las que se paga por las toallas, las vistas, las pastillas de jabón, la tele y como te descuides hasta por las sábanas. ¿Pasará el botones a las 3 de la madrugada vendiendo el rasca y gana de turno? Dejo un enlace a la noticia, por si alguien gusta: http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Pague/toalla/hotel/suma/low/cost/elpepisoc/20110805elpepisoc_1/Tes
Lo dicho, que me dio por pensar que se podría perféctamente hacer una estratificación social utilizando un símil aeronáutico. Hoy en día olvídate "manín" de clase alta, media y baja: Arriba del todo están los que vuelan en jet privado; luego los ricos, los que lo hacen en primera clase o de negocios (aunque mole más volar en business) ; en la cola del mismo avión, los que tienen perres, en turista ¡pero con Iberia oye!; los que no tienen perres pero tienen perruques vuelen en bajo coste, como sardinines en lata, pero en avión; y al final, el que no tien pa volar va en ALSA. Lo malo, que muchos que nunca volaron, hoy en día no tienen ni para ir en autobús. Y con tantos escalones y tanta movilidad vertical otros tantos pasaron del “carboneru” a primera y ahora tiene que volver al ALSA, pero al de paradas, y eso ye duro amiguín. Y la crisis, el nuevo estatus social y la madre que lo trajo, a muchos, igual a la gran mayoría, les dejo sin billete de ALSA sin haber probao siquiera un Easyjet. Pero que quies que te diga, a los que pasaron de peón de obra a mirar al arquitecto por encima del hombro...
Freno, mejor freno que con esto no dije ná pero ya lo dije todo, y el que lo quiera entender que lo entienda. Que yo solo quería hacer un símil aeronáutico y ya estoy calentando motores. Y nunca mejor dicho.