martes, 22 de marzo de 2011

Por el acento (1 de 3)

Dos individuos se encuentran en el estrecho y oscuro pasillo que lleva a los aseos del típico bar de moda,es noche de sábado y son apróximadamente las 4:30 de la mañana.
- Joder, ya hasta los tíos tenemos que hacer cola para ir al baño.- rompe el silencio, de una forma de lo más original,Carlos.
- Pues si - responde desganado Guillermo.
- ¿Eh?
.- Decía que sí, que parece que también nosotros tenemos que hacer cola.
- Ah, sí… eh... tu no eres de aquí ¿no?
- Pues…
- Espera, no me lo digas, por el acento… uruguayo.
Esta respuesta da que pensar a Guillermo. “Sera boludo el tío, cualquiera acierta a la primera. El tío más tonto diría argentino y este pelotudo, uruguayo”
- Mierda, otra vez me equivoco – responde rápidamente Carlos al ver la cara de sorpresa de su interlocutor - vas a ser argentino. Joder, otro argentino y que no te parezca mal eh, pero es que solo me encuentro argentinos. Habrás pensado que soy un pelotudo por no decir argentino pero es que apuesto a uruguayo porque el día que me cruce con uno y acierte, el tío lo va a flipar. Pero joder, ¿los uruguayos no emigran o qué? El mundo está lleno de argentinos y los dos o tres uruguayos que hay fuera de Uruguay seguro que están hasta los cojones de que los confundan con argentinos, pero nada, no hay manera, parece que es imposible encontrarse con un uruguayo.
Dios que tipo tan peculiar, piensa Guillermo, e inmediatamente responde – Ja, curioso razonamiento. Pues siento joderte pero te ha tocado otro argentino. Así todo, el hecho de que haya tres millones y medio de uruguayos por cuarenta millones de argentinos igual influye.
En ese mismo momento Carlos se acerca con confianza a Guillermo, arquéa las cejas y le susurra al oído - Psch… la morena de la cola de tías no te quita ni ojo… ni oreja.
- Ah, ya…bueno – responde seguro y alzando la voz Guillermo - cuando salga del baño la busco, igual es hora de ir acabando la noche que en media hora toca retirada o bajada de listón, y ya sabes...

En ese momento, alguien sale del baño y Guillermo pasa para adentro.
Carlos se queda mirando a las musarañas, con la cara propia del que espera solo en la puerta del baño de caballeros y pensando qué habrá querido decir Guillermo con eso de la bajada de listón y ya sabes. ¿Qué ya sabes?
En ese momento se acerca la morena de la cola del baño de chicas.
- Perdona…no quiero parecer atrevida, pero, ¿como se llama tu amigo?
Hay que ver como anda el patio, directa y sin tapujos, piensa Carlos. – Eh… pues… la verdad, no lo se, me lo he encontrado aquí y no lo conozco de nada.
- Por el acento parecía de fuera, ¿no? - insiste ella.
- Si… creo que me ha dicho que era uruguayo- responde él buscando la decepción en la chica.

En ese momento, sale un individuo del baño, Carlos se disculpa con la chica y entra en los aseos. La morena se queda plantada y pensando: Dios que chasco, y encima este tío vete a saber que se piensa que soy.

(continuará)

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