Eramos jóvenes, una pareja bien avenida.¿Te acuerdas? qué bien lo pasábamos. Salíamos, nos divertíamos, íbamos de copas, cerrábamos los bares solo cuando sabíamos que las calles estaban puestas. La gente nos miraba y pensaba - míralos, como se lo pasan, como se divierten, quien pudiera estar así de bien aunque fuera por unos días - no hacíamos mal a nadie, simplemente lo pasábamos bien y eramos felices.
Luego te haces mayor, maduras, la cosa cambia. Decidimos dar el paso, nos casamos. Empiezan a cambiar las cosas, comienzan los consejos, las pullitas, esas pequeñas cosas a las que vas cediendo y finalmente se convierten en prohibiciones.
Recuerdo cuando empezaste con el tema nocturno. Que si no me apetece salir hasta tan tarde, que si es mejor aprovechar los días que las noches, que la noche es para dormir. Empezamos a salir menos Al final cedí. Seguimos saliendo, pero como mucho hasta cierta hora.
Me lo temía pero no hice caso, sabía que al tema nocturno se asociaría el alcohol. Que sí te pones muy pesado cuando bebes - normal, como casi no salgo me tomo una y me pongo como una moto - que si no te sienta bien, que si engorda y es malo para la salud, finalmente también me prohibiste beber.
Poco a poco me iba convirtiendo en aquello de lo que siempre renegué.
¿Te acuerdas cuando empezamos a salir? íbamos en mi coche de vacaciones, recorríamos España de campings, a veces ni siquiera nos hacían falta campings, dormíamos directamente en el coche. Ahora ir en coche es una tortura,según te subes te estresas y me estresas. Que si cuidado con este y con el otro, con esto y con aquello, que si vete más despacio que corres mucho. Joder, casi nos vale más ir andando que a la velocidad a la que me obligas a ir.
¿Te acuerdas lo bien que lo pasábamos? Eramos la envidia de todos.
Pero hay que cuidarse un poco. Así que empezaron las dietas. Que si comes demasiado de esto y muy poco de lo otro, que esto es bueno para la salud y esto otro no. Que tenemos que cuidarnos que luego llega una edad...
Y no te cuento cuando empezaste a meterte con el tabaco. Que en el coche me molesta mucho, que la casa huele mal, que las cortinas se quedan amarillas. Al final tuve que dejar de fumar porque en todos los sitios te molestaba.
Y hasta este punto llegamos. Finalmente nos hemos convertido en aquello que tanto criticamos. De ser la envidia de nuestro alrededor nos hemos convertido en ellos, dejando de de ser nosotros.
Sabes lo que te digo, que estoy harto, que como decían Siniestro Total, "...te quiero pero no aguanto más". Y ya ni siquiera puedo decir la primera frase del estribillo sin que me taches de machista y, si me descuido, maltratador.
Pues sí, estoy harto. Quiero que vuelva tu frescura, tu descaro y tu sana locura de antes. Quiero que te conviertas de nuevo en mi compañera y amiga y no en mi madre protectora, que ya soy mayorcito para decidir lo que quiero y ser consecuente con mis actos. Y si hago algo mal enséñame, edúcame, busquemos acuerdos que nos satisfagan a los dos. No te limites a prohibirme como si fuera un bebé incapaz de aprender.
Ya me he cansado y lo único que me apetecería es firmar los papeles del divorcio.
Pero ¿cómo puede uno divorciarse de su país?
Nos cerraron los bares a partir de cierta hora, nos prohibieron beber en la calle, cada vez tenemos que ir más despacio aunque nuestros coches sean más seguros, se preocupan de que todos nuestros alimentos pasen mil controles y sean mucho más sanos, aunque no sepan a nada, nos dicen que debemos y que no debemos comer y beber, nos prohibieron fumar, nos dicen como tenemos que hablar para no ser tachados de esto o de aquello. Siempre a golpe de prohibición, siempre a golpe de sanción. Porque es más fácil prohibir que enseñar. Porque es más práctico sancionar que educar. Fuimos el jovencito loco, pillo y simpático de Europa, todos querían venir aquí, aunque fuera unos días, porque aquí se vivía como en ningún otro lado. Para Europa venir a España era como irse con los colegas de fin de semana y hacer lo que te de la gana sin que tus padres te pudieran ver. Ahora hemos crecido, hemos madurado y nos hemos convertido en Europa, pero sin lo que ellos tienen. Somos, como dice un buen amigo, peor que una puta arrepentida, con todos mis respetos hacia las putas. Ya está, ya somos europeos, sin industria, sin poder adquisitivo y con 5 millones de parados. Con unos horarios de cierre en la hostelería, con la ley antitabaco más restrictiva y con la normativa circulatoria más prohibitiva de Europa. Ya está, somos Europeos, pero yo me pregunto ¿seguimos siendo españoles?.
Un blog en el que daré mi opinión sobre temas de actualidad, relacionados con mi profesión, con mis aficiones y con este mundo cada vez más absurdo. Espero que nadie se sienta ofendido por las opiniones aquí vertidas. Recuerden que las opiniones, a fin de cuentas, son como el culo, todo el mundo tiene una, pueden ser más o menos bonitas pero al final su función es la misma, salpicar mierda si el ventilador esta encendido.
sábado, 26 de febrero de 2011
lunes, 21 de febrero de 2011
¿Tele5 o tve?
- Pues estoy bastante preocupada con este asunto. Se pasa la tarde viendo la televisión y no hace otra cosa. ¿Cuanto tiempo le digo que puede ver la tele al día? - Pregunto la madre desvalida.
- Pues verá señora, si es "Telahinco" a cualquier hora de la tarde, 2 minutos son suficientes para que en un futuro pueda desarrollar un tumor cerebral. Si se trata de tve puede tenerlo un rato más y no pasa nada. También puede mirarlo usted en la página 12 de su manual "Madres y padres del siglo XXI", en el apartado "la televisión, aliado o enemigo".Supongo que le dieron en maternidad la edición "niñas y niños del 2000" ¿no?. Sí mujer, la que redujeron por compleja a solo 20 páginas y todo está correctamente escrito en los dos géneros, normal y subnormal.- respondí amablemente... para mis adentros, claro está.
- Bueno mujer, depende de lo que vea. Tampoco es cuestión de demonizar a la televisión. Algunos programas también pueden resultar estimulantes. Si hace otras cosas, tampoco es malo que vea la tele un poco.
- Ya, eso ya, pero... cuanto tiempo ¿una hora? ¿dos?- insistía la mujer
Estas cosas pasan, lo juro. En mi corta vida como docente he formado parte de la situación anterior y ya he llegado a la conclusión de que casi siempre son bastante más desesperantes y aportan más anécdotas las madres y padres que el alumnado.
A veces pienso si todo esto no sucederá porque "Madres y padres del siglo XXI" es solo un fruto de mi imaginación. Hasta he pensado en, a partir de las aportaciones al campo de la educación del gran filósofo y pedago-gó Perogrullo, elaborar dicho manual, si bien estoy seguro de que rápido comenzarían a suceder cosas de lo más insólitas.
Mil interpretaciones diferentes sobre el mismo serían el primer paso para el surgimiento de corrientes de pensamiento diferentes. Los partidos políticos, siempre enarbolando la bandera de la demanda social, lo analizarían y se posicionarían a favor o en contra de las diferentes recomendaciones cívico-educacionales del texto. Las hasta entonces sencillas pautas de comportamiento lógico, por ejemplo cruzar la calle cuando el semáforo está en verde, se catalogarían como progresistas o conservadoras.
- ¿Por qué el muñeco parado es de color rojo y el que camina verde? Esto puede hacer entender a los niños y niñas que las corrientes de izquierdas son estáticas e inmóviles mientras que los movimientos ecologistas son dinámicos y progresistas. - sugería un representante de la ciudadanía desde su escaño del congreso.
- Exigimos que la luz color ámbar sea sustituida por una azul, más propia del centro, aunque sea del semáforo – vociferaba encolerizado otro congresista.
Para resolver tamaño dislate educacional, las diferentes editoriales elaborarían versiones propias no sesgadas del manual, siguiendo fielmente su imparcial y objetiva linea editorial (pensamiento del partido al que son afines).
Finalmente, para solventar el grave problema de educación, del que por supuesto NADIE es responsable, el gobierno de turno se vería obligado, contra su voluntad y siempre pensando en el bienestar de la ciudadanía, a tomar cartas en el asunto. De esta manera mezclaría en una coctelera unas gotitas de lo que en otros tiempos enseñaban los padres, un chorrito de linea editorial (véase el significado real cuatro lineas más arriba) y unas dosis de paciencia para el que tenga que impartir esta maravilla que llamaremos Educación para la Ciudadanía.
Vaya, al final va a resultar que alguien ya publicó el manual porque juraría que eso ya se da en los colegios. Sí, se da en los colegios y les puedo asegurar, tras estudiar el currículo, utilizar varios libros de texto de diferentes editoriales e impartir el área, que sigo sin entender su sentido real.
A estas alturas os preguntareis que tiene que ver lo escrito con el título. Fácil, nada. ¿Qué titulo es mejor como cebo "¿Tele5 o tve?" o " El área de Educación para la ciudadanía en educación primaria"? Pues es evidente, el primero es propio de Tele5 y el segundo de La2.
Esta claro que algo me enseño Tele5: como engañar al espectador, en este caso lector.
- Si pero al final ¿cuanto puede ver la tele mi niño? ¿una hora diaria o dos?
- Lo mejor es que lea- así siempre queda uno bien - y si quiere ver la tele, que vea dibujos animados que no sean violentos . Y por cierto señora elimine Tele5 de su televisor.
- Pues verá señora, si es "Telahinco" a cualquier hora de la tarde, 2 minutos son suficientes para que en un futuro pueda desarrollar un tumor cerebral. Si se trata de tve puede tenerlo un rato más y no pasa nada. También puede mirarlo usted en la página 12 de su manual "Madres y padres del siglo XXI", en el apartado "la televisión, aliado o enemigo".Supongo que le dieron en maternidad la edición "niñas y niños del 2000" ¿no?. Sí mujer, la que redujeron por compleja a solo 20 páginas y todo está correctamente escrito en los dos géneros, normal y subnormal.- respondí amablemente... para mis adentros, claro está.
- Bueno mujer, depende de lo que vea. Tampoco es cuestión de demonizar a la televisión. Algunos programas también pueden resultar estimulantes. Si hace otras cosas, tampoco es malo que vea la tele un poco.
- Ya, eso ya, pero... cuanto tiempo ¿una hora? ¿dos?- insistía la mujer
Estas cosas pasan, lo juro. En mi corta vida como docente he formado parte de la situación anterior y ya he llegado a la conclusión de que casi siempre son bastante más desesperantes y aportan más anécdotas las madres y padres que el alumnado.
A veces pienso si todo esto no sucederá porque "Madres y padres del siglo XXI" es solo un fruto de mi imaginación. Hasta he pensado en, a partir de las aportaciones al campo de la educación del gran filósofo y pedago-gó Perogrullo, elaborar dicho manual, si bien estoy seguro de que rápido comenzarían a suceder cosas de lo más insólitas.
Mil interpretaciones diferentes sobre el mismo serían el primer paso para el surgimiento de corrientes de pensamiento diferentes. Los partidos políticos, siempre enarbolando la bandera de la demanda social, lo analizarían y se posicionarían a favor o en contra de las diferentes recomendaciones cívico-educacionales del texto. Las hasta entonces sencillas pautas de comportamiento lógico, por ejemplo cruzar la calle cuando el semáforo está en verde, se catalogarían como progresistas o conservadoras.
- ¿Por qué el muñeco parado es de color rojo y el que camina verde? Esto puede hacer entender a los niños y niñas que las corrientes de izquierdas son estáticas e inmóviles mientras que los movimientos ecologistas son dinámicos y progresistas. - sugería un representante de la ciudadanía desde su escaño del congreso.
- Exigimos que la luz color ámbar sea sustituida por una azul, más propia del centro, aunque sea del semáforo – vociferaba encolerizado otro congresista.
Para resolver tamaño dislate educacional, las diferentes editoriales elaborarían versiones propias no sesgadas del manual, siguiendo fielmente su imparcial y objetiva linea editorial (pensamiento del partido al que son afines).
Finalmente, para solventar el grave problema de educación, del que por supuesto NADIE es responsable, el gobierno de turno se vería obligado, contra su voluntad y siempre pensando en el bienestar de la ciudadanía, a tomar cartas en el asunto. De esta manera mezclaría en una coctelera unas gotitas de lo que en otros tiempos enseñaban los padres, un chorrito de linea editorial (véase el significado real cuatro lineas más arriba) y unas dosis de paciencia para el que tenga que impartir esta maravilla que llamaremos Educación para la Ciudadanía.
Vaya, al final va a resultar que alguien ya publicó el manual porque juraría que eso ya se da en los colegios. Sí, se da en los colegios y les puedo asegurar, tras estudiar el currículo, utilizar varios libros de texto de diferentes editoriales e impartir el área, que sigo sin entender su sentido real.
A estas alturas os preguntareis que tiene que ver lo escrito con el título. Fácil, nada. ¿Qué titulo es mejor como cebo "¿Tele5 o tve?" o " El área de Educación para la ciudadanía en educación primaria"? Pues es evidente, el primero es propio de Tele5 y el segundo de La2.
Esta claro que algo me enseño Tele5: como engañar al espectador, en este caso lector.
- Si pero al final ¿cuanto puede ver la tele mi niño? ¿una hora diaria o dos?
- Lo mejor es que lea- así siempre queda uno bien - y si quiere ver la tele, que vea dibujos animados que no sean violentos . Y por cierto señora elimine Tele5 de su televisor.
jueves, 17 de febrero de 2011
Me gusta
Me gusta facebook. Aunque a veces no lo entienda. Aunque a veces me crispe. Aunque sea un producto más de la globalización que nos conduce irremediablemente hacia el 1984 de Orwell.
Me gusta Facebook y me gusta su botón de "me gusta" aunque eche de menos un botón de "no me gusta". El marketing es terriblemente importante, la palabra no y todas aquellas que puedan ser,resultar o parecer negativas no venden, no son cool y por lo tanto hemos de desterrarlas de nuestro lenguaje.
Sí, me gusta Facebook. Aunque me repatee el trasero que cada dos por tres seis tenga que poner en mi perfil lo mucho que quiero a mi hermano, a mi novia, al vecino del tercero o a su puta madre. Que tenga que colgar durante una hora en mi muro el típico mensaje chorras contra el cáncer de pulmón, el de mama o el de orto, como si por colgar el puto mensajito el cáncer que alguno de mis seres queridos padece o padecerá fuera a desaparecer. Otro estúpido ejercicio de hipocresía y lavado de conciencia propia. Que todo el mundo vea lo bueno y sensible que soy y lo comprometido que estoy con la causa. Por favor, a estas alturas que levante la mano el que no esté concienciado con la erradicación de cualquier enfermedad mortal, llámese cáncer, sida o Belenestebanosis.
Que sí, que me encanta Facebook. Me divierte muchísimo que cada mes, porque a algún gañán se le antoje tenga que cambiar mi foto de perfil por la de un dibujo animado, mi mascota,, un personaje de los años 50 o la nueva nariz de Belén Esteban. ¿Y qué hago si no tengo mascota, cuelgo una foto de mi ... para que me cierren la cuenta?
Lo dicho, me gusta Facebook. Me encanta recibir ese aviso de que fulanita o menganito ha publicado en mi muro, ir a verlo y encontrarme con la puta aplicación-encuesta chorras en la que el pobre menganito ha picado por que es nuevo en esto y para más inri ha respondido 388 preguntas acerca de mi. Pero lo gozo más cuando descubro que fulanita no ha picado en la aplicacionencuestachorras sino que le mola y me envía la tontería de marras día sí y día también.
De verdad, lo juro, me mola Facebook. Me encantan las mil invitaciones a la granja de los cojones (a la que reconozco yo también jugué y a otros molesté). Me muero por recibir las seiscientas invitaciones mensuales a eventos que no se ni lo que son y a los que por supuesto jamás asistiré. Muchas veces me pregunto ¿pero por qué carajo me invitan a mi a esto con lo antipático que soy?
Lo reconozco, me gusta tanto que soy casi adicto al Facebook. Me muero de la risa cuando veo al nuevo miembro de la tribu picar con la aplicación "descubre quien visita tu perfil". La primera vez te hace gracia pero cuando te das cuenta de que uno de tus "amigos" pica por decimosexta vez, te apetece espetarle en todo su muro un tu eres tonto o te entrenas chaval, e inmediatamente después borrarlo de tu lista. A ver si queda claro, NO HAY NINGUNA APLICACIÓN QUE PUEDA INFORMARTE SOBRE LAS PERSONAS QUE MIRAN TU PERFIL.
Adoro Facebook, pero creo que tenemos un pequeño problema. Ayer me di cuenta de que tengo 116 amigos en mi perfil. Menudo problema, pensarán algunos. Son pocos, pensarán otros. He comprobado que tengo “facebookamigos” que tienen hasta miles de ellos en su perfil.
Seamos serios ¿quién tiene 116 amigos? ¿quién tiene miles de amigos?, Pasa lo mismo que con el "me gusta", es mucho más atractiva la palabra amigo que la palabra contacto. Más cercana, más personal, más vendible al fin y al cabo.
Me gusta facebook . Entiendo que en facebook caben muchos conocidos con los que compartes cosas aparte de los cuatro amigos de toda la vida, pero últimamente mi página de inicio está saturada de cosas que no me resultan interesantes. Estoy suscrito a varias páginas, mi muro está bombardeado de información que ni siquiera miro. Lo se y lo asumo, soy un gruñón empedernido, un cascarrabias, un rompehuevos y además cada vez voy a peor. Lo he pensado seriamente y no quiero ver en mi página de inicio mensajes de gente que apenas conozco y a la que no se muy bien por qué acepté o envié una estúpida solicitud de ¿amistad? Estoy harto de ver mensajes en mi página de inicio de gente que utiliza Facebook como si fuera Twitter y te cuenta hasta cuando va a cagar. Estoy hasta los tuétanos de gente que solo escribe en su muro lo enferma que está y lo triste y penosa que es su vida ¡joder, yo pensaba que esto lo habían creado para divertir, no para deprimir!
Por todo ello, y porque amo Facebook y la vida que me ofrece, he decidido hacer en los próximos días un bloqueo o limpieza de mi lista de ¿amigos?
Si compruebas que eres uno o una de los nominados no te deprimas, piensa que el gilipollas, antisocial e hijo de la grandísima puta soy yo. Ante todo no te preocupes, yo no lo hago, el mundo seguirá girando sin que seamos amigos en facebook.
Si has leído esto y piensas que tu también has pensado alguna vez lo mismo pero nunca te has atrevido a decirlo es más que probable que no estás en la lista. Eso sí, tu si deberías preocuparte ya que es muy posible que tengas algún problema de sociabilidad.
Y sobre todo, estés o no nominado, si no te gusta esta entrada te vas a tener que joder ya que no puedes clickar "no me gusta".
Me gusta el Facebook, sí.
Me gusta Facebook y me gusta su botón de "me gusta" aunque eche de menos un botón de "no me gusta". El marketing es terriblemente importante, la palabra no y todas aquellas que puedan ser,resultar o parecer negativas no venden, no son cool y por lo tanto hemos de desterrarlas de nuestro lenguaje.
Sí, me gusta Facebook. Aunque me repatee el trasero que cada dos por tres seis tenga que poner en mi perfil lo mucho que quiero a mi hermano, a mi novia, al vecino del tercero o a su puta madre. Que tenga que colgar durante una hora en mi muro el típico mensaje chorras contra el cáncer de pulmón, el de mama o el de orto, como si por colgar el puto mensajito el cáncer que alguno de mis seres queridos padece o padecerá fuera a desaparecer. Otro estúpido ejercicio de hipocresía y lavado de conciencia propia. Que todo el mundo vea lo bueno y sensible que soy y lo comprometido que estoy con la causa. Por favor, a estas alturas que levante la mano el que no esté concienciado con la erradicación de cualquier enfermedad mortal, llámese cáncer, sida o Belenestebanosis.
Que sí, que me encanta Facebook. Me divierte muchísimo que cada mes, porque a algún gañán se le antoje tenga que cambiar mi foto de perfil por la de un dibujo animado, mi mascota,, un personaje de los años 50 o la nueva nariz de Belén Esteban. ¿Y qué hago si no tengo mascota, cuelgo una foto de mi ... para que me cierren la cuenta?
Lo dicho, me gusta Facebook. Me encanta recibir ese aviso de que fulanita o menganito ha publicado en mi muro, ir a verlo y encontrarme con la puta aplicación-encuesta chorras en la que el pobre menganito ha picado por que es nuevo en esto y para más inri ha respondido 388 preguntas acerca de mi. Pero lo gozo más cuando descubro que fulanita no ha picado en la aplicacionencuestachorras sino que le mola y me envía la tontería de marras día sí y día también.
De verdad, lo juro, me mola Facebook. Me encantan las mil invitaciones a la granja de los cojones (a la que reconozco yo también jugué y a otros molesté). Me muero por recibir las seiscientas invitaciones mensuales a eventos que no se ni lo que son y a los que por supuesto jamás asistiré. Muchas veces me pregunto ¿pero por qué carajo me invitan a mi a esto con lo antipático que soy?
Lo reconozco, me gusta tanto que soy casi adicto al Facebook. Me muero de la risa cuando veo al nuevo miembro de la tribu picar con la aplicación "descubre quien visita tu perfil". La primera vez te hace gracia pero cuando te das cuenta de que uno de tus "amigos" pica por decimosexta vez, te apetece espetarle en todo su muro un tu eres tonto o te entrenas chaval, e inmediatamente después borrarlo de tu lista. A ver si queda claro, NO HAY NINGUNA APLICACIÓN QUE PUEDA INFORMARTE SOBRE LAS PERSONAS QUE MIRAN TU PERFIL.
Adoro Facebook, pero creo que tenemos un pequeño problema. Ayer me di cuenta de que tengo 116 amigos en mi perfil. Menudo problema, pensarán algunos. Son pocos, pensarán otros. He comprobado que tengo “facebookamigos” que tienen hasta miles de ellos en su perfil.
Seamos serios ¿quién tiene 116 amigos? ¿quién tiene miles de amigos?, Pasa lo mismo que con el "me gusta", es mucho más atractiva la palabra amigo que la palabra contacto. Más cercana, más personal, más vendible al fin y al cabo.
Me gusta facebook . Entiendo que en facebook caben muchos conocidos con los que compartes cosas aparte de los cuatro amigos de toda la vida, pero últimamente mi página de inicio está saturada de cosas que no me resultan interesantes. Estoy suscrito a varias páginas, mi muro está bombardeado de información que ni siquiera miro. Lo se y lo asumo, soy un gruñón empedernido, un cascarrabias, un rompehuevos y además cada vez voy a peor. Lo he pensado seriamente y no quiero ver en mi página de inicio mensajes de gente que apenas conozco y a la que no se muy bien por qué acepté o envié una estúpida solicitud de ¿amistad? Estoy harto de ver mensajes en mi página de inicio de gente que utiliza Facebook como si fuera Twitter y te cuenta hasta cuando va a cagar. Estoy hasta los tuétanos de gente que solo escribe en su muro lo enferma que está y lo triste y penosa que es su vida ¡joder, yo pensaba que esto lo habían creado para divertir, no para deprimir!
Por todo ello, y porque amo Facebook y la vida que me ofrece, he decidido hacer en los próximos días un bloqueo o limpieza de mi lista de ¿amigos?
Si compruebas que eres uno o una de los nominados no te deprimas, piensa que el gilipollas, antisocial e hijo de la grandísima puta soy yo. Ante todo no te preocupes, yo no lo hago, el mundo seguirá girando sin que seamos amigos en facebook.
Si has leído esto y piensas que tu también has pensado alguna vez lo mismo pero nunca te has atrevido a decirlo es más que probable que no estás en la lista. Eso sí, tu si deberías preocuparte ya que es muy posible que tengas algún problema de sociabilidad.
Y sobre todo, estés o no nominado, si no te gusta esta entrada te vas a tener que joder ya que no puedes clickar "no me gusta".
Me gusta el Facebook, sí.
lunes, 14 de febrero de 2011
¿quién será mejor, Dalí o Picasso?
Después de los últimos post y repasando entradas que tengo medio escritas me he dado cuenta de que estoy hecho un rajador nato y tampoco es cuestión de cargar al personal con otro rollazo de opinión, estéis o no de acuerdo con lo dicho. Hoy quería ser un poco más amable, opinar o más bien reflexionar sobre un debate que se hacía incluso cotidiano en mi adolescencia y que no se por qué volvió a mi vida hace unos meses después de un concierto con un individuo que defendía a ultranza las virtudes de Jimmy Page. El debate, supongo que con este último comentario se habrán dado cuenta, es: ¿quién es el mejor batería, guitarrista, bajista, cantante o flautista del mundo?
¿Cúantas veces habré discutido en mis años pueriles, púberes y adolescentes sobre quién es el mejor guitarrista del mundo? Pues sinceramente no lo se, pero muchas.
Tenía un amigo que era gran admirador de Mark Knopfler, otro que consideraba que Clapton era Dios y alguno que opinaba que Peter Townshend era a la guitarra lo que Pelé al balón, que por cierto, digo yo que ¿quién será el mejor futbolista de la historia? Esto igual mejor lo dejaremos para otro día. Lo dicho, la discusión estaba servida a cualquier hora del día. Yo, se me olvidaba comentarlo, era de los que me decantaba normalmente por Jimmy Hendrix, al final casi acabé aborreciendolo al pobre, pero qué quieren, siendo fan de Springsteen tenias que buscarte la vida ya que siendo honestos ni Steve, ni el bueno de Nils estaban para competir en las ligas mayores.
Y así tirabamos horas, cuando acabábamos con los guitarristas nos íbamos a ver quien cantaba más, si Freddy Mercury o Elvis Presley, si Keith Moon tocaba más o menos que Phil Collins o que si Jaco Pastorius era mejor o peor bajista que Marcus Miller. Discusiones que daban para muchísimo, de verdad, cientos de horas y miles de pesetas en cafés tengo dilapidados dilucidando sobre las que para nosotros eran grandes encrucijadas.
El caso es que en este aspecto creo haber madurado y además creo recordar el día exacto en el que lo hice ,el día en el que de golpe y porrazo decidi modificar todos mis argumentos y nunca más volver a pensar que el mejor guitarrista, trompetista o ¿ukelelista? del mundo. Tal vez ya viniera madurito y ese día simplemente me cayera del guindo, pero lo recuerdo como un punto de inflexión en lo que a la discusión de la que hablamos se refiere. Ese día fue el 4 de julio de 1996, el día en que de una triste situación surgió un golpe de fortuna que hizo que sin comerlo ni beberlo fuera invitado a ver a Paco de Lucia, John Mclaughlin y Al di Meola en concierto. Ese día vi a tres auténticos monstruos de la guitarra y de una forma creo que completamente lógica y natural la pregunta se respondió sola.
Hay gente que juega en una liga superior, gente que domina casi de forma absoluta su campo de trabajo. Esa gente no es mejor o peor que otra gente que esta en su mismo nivel, como mucho hacen su trabajo de forma diferente. En ese punto entran los maravillosos matices del gusto, del buen gusto.
El momento en que percibes que McLaughlin, di Meola y de Lucía son igual de buenos les aseguro que, al menos en mi modesta opinión, es maravilloso. Cuando asimilas los diferentes estilos sin discriminarlos es increible. Cuando descubres que la utilización de la caja de di Meola y el gusto y la velocidad de de Lucía te apasionan por igual. Cuando te das cuenta de que Hendrix tocaba con los pies como nadie, que fue un gran innovador en el campo de los efectos y un gran showman de la guitarra pero que técnicamente otros como Satriani o Vai pueden ser igual o incluso más sorprendentes. Que el gran Blues Boy King puede ser aparentemente mediocre pero morirás sin saber cómo narices hacía ese sustain. Que me importa muy poco si es mejor o peor que otros pero el día que Knopfler creo el solo de Sultans of Swin lo hizo para quedarse. Que hasta guitarristas bastante más vulgares como Lou Reed consiguieron un sonido particular y casi inigualable. En definitiva, que cada cual tiene su estilo y es absurdo decir que nadie es mejor que nadie. En ese momento es cuando te preguntas ¿por qué en un contexto normal resulta ridículo preguntarse si Beethoven era mejor que Haynd o Dalí era mejor que Picasso y sin embargo seguimos preguntándonos quien es el mejor guitarrista del mundo?. Y digo yo ¿no será simplemente una cuestión de gustos?
Pues nada que mañana quedamos, nos tomamos un café y discutimos sobre si es mejor Pelé, Maradona o di Stéfano
¿Cúantas veces habré discutido en mis años pueriles, púberes y adolescentes sobre quién es el mejor guitarrista del mundo? Pues sinceramente no lo se, pero muchas.
Tenía un amigo que era gran admirador de Mark Knopfler, otro que consideraba que Clapton era Dios y alguno que opinaba que Peter Townshend era a la guitarra lo que Pelé al balón, que por cierto, digo yo que ¿quién será el mejor futbolista de la historia? Esto igual mejor lo dejaremos para otro día. Lo dicho, la discusión estaba servida a cualquier hora del día. Yo, se me olvidaba comentarlo, era de los que me decantaba normalmente por Jimmy Hendrix, al final casi acabé aborreciendolo al pobre, pero qué quieren, siendo fan de Springsteen tenias que buscarte la vida ya que siendo honestos ni Steve, ni el bueno de Nils estaban para competir en las ligas mayores.
Y así tirabamos horas, cuando acabábamos con los guitarristas nos íbamos a ver quien cantaba más, si Freddy Mercury o Elvis Presley, si Keith Moon tocaba más o menos que Phil Collins o que si Jaco Pastorius era mejor o peor bajista que Marcus Miller. Discusiones que daban para muchísimo, de verdad, cientos de horas y miles de pesetas en cafés tengo dilapidados dilucidando sobre las que para nosotros eran grandes encrucijadas.
El caso es que en este aspecto creo haber madurado y además creo recordar el día exacto en el que lo hice ,el día en el que de golpe y porrazo decidi modificar todos mis argumentos y nunca más volver a pensar que el mejor guitarrista, trompetista o ¿ukelelista? del mundo. Tal vez ya viniera madurito y ese día simplemente me cayera del guindo, pero lo recuerdo como un punto de inflexión en lo que a la discusión de la que hablamos se refiere. Ese día fue el 4 de julio de 1996, el día en que de una triste situación surgió un golpe de fortuna que hizo que sin comerlo ni beberlo fuera invitado a ver a Paco de Lucia, John Mclaughlin y Al di Meola en concierto. Ese día vi a tres auténticos monstruos de la guitarra y de una forma creo que completamente lógica y natural la pregunta se respondió sola.
Hay gente que juega en una liga superior, gente que domina casi de forma absoluta su campo de trabajo. Esa gente no es mejor o peor que otra gente que esta en su mismo nivel, como mucho hacen su trabajo de forma diferente. En ese punto entran los maravillosos matices del gusto, del buen gusto.
El momento en que percibes que McLaughlin, di Meola y de Lucía son igual de buenos les aseguro que, al menos en mi modesta opinión, es maravilloso. Cuando asimilas los diferentes estilos sin discriminarlos es increible. Cuando descubres que la utilización de la caja de di Meola y el gusto y la velocidad de de Lucía te apasionan por igual. Cuando te das cuenta de que Hendrix tocaba con los pies como nadie, que fue un gran innovador en el campo de los efectos y un gran showman de la guitarra pero que técnicamente otros como Satriani o Vai pueden ser igual o incluso más sorprendentes. Que el gran Blues Boy King puede ser aparentemente mediocre pero morirás sin saber cómo narices hacía ese sustain. Que me importa muy poco si es mejor o peor que otros pero el día que Knopfler creo el solo de Sultans of Swin lo hizo para quedarse. Que hasta guitarristas bastante más vulgares como Lou Reed consiguieron un sonido particular y casi inigualable. En definitiva, que cada cual tiene su estilo y es absurdo decir que nadie es mejor que nadie. En ese momento es cuando te preguntas ¿por qué en un contexto normal resulta ridículo preguntarse si Beethoven era mejor que Haynd o Dalí era mejor que Picasso y sin embargo seguimos preguntándonos quien es el mejor guitarrista del mundo?. Y digo yo ¿no será simplemente una cuestión de gustos?
Pues nada que mañana quedamos, nos tomamos un café y discutimos sobre si es mejor Pelé, Maradona o di Stéfano
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